¡Cebollitas a la vinagreta!

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¡Hola a todos!

Cuando comencé a publicar recetas, hace unos dos años, recuerdo que publiqué algunas recetas que me parecían muy sencillas y quizás hasta un poco innecesarias. Con el tiempo me di cuenta que muchas de las cosas que para algunos son muy sencillas, para otros son ideas totalmente nuevas. A pesar de que soy un cocinero bastante diestro en la cocina típica, no dejo de aprender nuevas técnicas de la cocina dominicana.

Quizás una de las razones por las que siempre sigo aprendiendo nuevas técnicas es porque siempre presto atención cuando otra persona diestra en la cocina tradicional dominicana prepara algún plato.

Esta misma semana, mientras observaba a una de esas sabias de la cocina que tanto me gusta ver cocinando, me di cuenta que en su receta de arroz blanco había algunas pequeñas diferencias con mi receta de arroz blanco. Quizás parecerían pequeñeces, pues las proporciones eran las mismas de mi receta de arroz blanco. El caso es que su arroz blanco es mejor que el mío, y eso es algo que para mí tiene mucho peso.

¿Cuál era la gran diferencia entre su receta de arroz blanco y la mía? Simplemente que yo primero pongo el agua a hervir y una vez hirviendo agrego el aceite y la sal, mientras que ella echa la sal en el caldero seco, luego de unos 30 segundos agrega el aceite y una vez la sal de sofríe un poco, agrega el agua, como último ingrediente. Los mismos ingredientes, pero exactamente el orden inverso. Ese es el secreto de la receta de arroz blanco de Doña Morena y es la forma en la que yo cocinare mi arroz blanco de ahora en adelante. Siempre que encuentro una receta mejor que la mía, la incorporo o la mezclo con la mia. Es una técnica que me ha dado muchos resultados. Nunca apegarse a una receta a menos que sea la mejor. Fue así como desarrolle la receta de mi pollo «asado con mala fe» y muchas otras.

puré de auyama con cebollitas
puré de auyama con cebollitas

Hoy, además del truco para un arroz blanco aún mejor que el mío, les comparto una breve y sencilla técnica para preparar las cebollitas tan famosas y tan típicas en tantos platos de la cocina típica dominicana. Los secretos de la cocina dominicana típica son muchos y muy interesantes, por lo que generalmente los grandes cocineros típicos son ancianos.

¿Quién se imagina un mangú sin cebollitas? ¿es lo mismo un moro sin cebollitas o alguien prefiera unas yucas hervidas sin cebollas? Mangús, purés, auyama, yautía y víveres en general siempre se realzan con unas cebollas en ruedas.

Muchos se complican la vida preparando unas cebollas a la vinagreta y siguen recetas largas y tediosas.

La verdad es que se trata, al igual que con el arroz, de un asunto de orden y quizás en menor medida de proporciones.

¡Aquí les comparto mi receta de cebollas a la vinagreta!

puré de auyama con cebollitas

Ingredientes

  • 1 Cebolla roja grande (para víveres generalmente se prefieren las rojas)
  • Sal (una pizca equivalente a más o menos una cucharadita)
  • Vinagre (un chorrito equivalente a más o menos una cucharada)
  • Aceite para sofreír las cebollas (más o menos media taza)

Pueden ajustar las medidas para más mayor cantidad de víveres.

Preparación.

Calienten su aceite y agreguen las cebollas cortadas en ruedas finas. Una vez se caramelicen y suavicen, agreguen la sal y por último el vinagre. Luego de agregar el vinagre, apáguenlas y sáquenlas. Se sirven con todo y la grasa (ya mezclada con el vinagre) por encima de los víveres.

No dejen de suscribirse y pasar por aca a visitar. En los próximos días les traigo otra receta clásica dominicana.

Ahora les dejo. La sous chef está preparando un pan de maíz que no me deja concentrarme.

Arturo

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Los «víveres»

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¡Hola a todos!

Hoy quiero hablar un poquito de los “víveres”.

La razón particular de elegir este tema es que como pueden ver en la columna derecha del sitio, cada vez tenemos mas visitantes de otros países, cuyas visitas nos alegran en extremo y nos honran, pero a la vez nos presentan un reto a veces difícil de vencer: Hablar un castellano tan neutro que sea fácilmente comprensible para todos.

Los víveres Caribeños

A pesar de que, felizmente, todos los países que hablan español o castellano hablan dialectos del castellano tan parecidos que todos podemos entendernos, de vez en cuando nos encontramos con dificultades. Como el titulo de aquella película, “nos perdemos en la traducción” (“Lost in translation”)

Como la mayoría de nuestras recetas son caribeñas o Dominicanas, es necesario aclarar de vez en cuando uno que otro regionalismo. Es el caso de los “víveres”.

La forma en que el diccionario de la academia de la lengua española define víveres es: “…(los) Comestibles necesarios para el alimento de las personas…” así cuando alguien va a comprar comida, va a comprar víveres.

Los caribeños usamos el termino víveres de forma diferente. Los víveres para los caribeños son los productos vegetales compuestos por almidones o carbohidratos y que sirven de guarnición o “compaña” a los pescados y carnes, con excepción de los cereales. A saber:

  • Los tubérculos y tuberosas. Principalmente la yuca, la papa y la batata (papa dulce, boniato, camote)
  • Las musáceas. Principalmente el plátano verde, el guineo (banano o banana), el rulo y el plátano filipino.
  • Otros de géneros diversos como el ñame, la yautía, la yautía coco, la auyama o calabaza, etc.

Por eso, cuando los Dominicanos hablamos de los “víveres del sancocho” o cuando los caribeños hablamos de “víveres” nos referimos a una serie de alimentos vegetales que hemos agrupado asi aun cuando muchos sean muy diferentes unos de otros.

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Arturo

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