Hola a todos,
Hoy les llevo de vuelta a las frías y nubladas lomas de Guabate, Puerto Rico, uno de los sitios conocidos por su maestría en la preparación del lechón.
He reflexionado mucho sobre lo mucho que les gusta a los boricuas el lechón y como se ven lechoneras casi en cada esquina. Puerto Rico es en muchos sentidos el ideal de lo que otras naciones hermanas quisieran o deberían ser. Los boricuas tienen un amor por el lechón muy similar al que tienen los cubanos, pero ellos pueden expresar plenamente esa pasión.
Borinquen tiene un amor por el medio ambiente que ha permitido conservar asombrosos y portentosos paisajes y no puedo evitar pensar que la hermana Haití, “tierra montañosa”, tiene en Borinquen el ideal de lo que podría haber sido y quizás algún día podría llegar a ser.
¡Y bien! volviendo al tema el caso es que pensando en como los boricuas son obsesivos con el lechón (y lo preparan divinamente) me di cuenta que ellos lo comen con la frecuencia que comemos nosotros el pollo.
Si lo pensamos ellos probablemente pensaran lo mismo de nosotros, que poco nos falta para que nos salgan plumas, porque entre pica pollos (de chinos y criollos), pica longas, polleras, granjas polleras, pollos asados (con wasakaka y sin ella) y el pollo guisado de la bandera, tenemos pollo hasta debajo del ala.
Hoy les comparto algunas fotos de mis vacaciones en Puerto Rico en navidad. Disfruten del lechón. ¡Yo lo hice!
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Arturo
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