Asopao de guinea criolla
Hace unos días Mamá Anadina (mi suegra y tercera mamá) nos envío unas guineas. Hoy amaneció nublado y pensamos que un asopao de guinea quedaría muy bien.
Hace unos días Mamá Anadina (mi suegra y tercera mamá) nos envío unas guineas. Hoy amaneció nublado y pensamos que un asopao de guinea quedaría muy bien.
Uno de los desayunos dominicanos más tradicionales es el huevo revuelto que generalmente se acompaña con mangú, víveres o simplemente con pan.
Hoy les traigo una técnica que se que muchos anhelan dominar y que en la cocina dominicana es una habilidad de maestros de la cocina. En el pasado les he compartido muchas recetas de pierna de cerdo, pero creo que el cuerito es algo que he descuidado.
Continuar leyendo El secreto del cuerito perfecto – Pernil de Cerdo
Hace unas semanas les compartí la receta de la mermelada de mango. Hemos seguido experimentando con las mermeladas y hace unos días se nos ocurrió la idea de una mermelada de plátano maduro y la hicimos.
Hace mucho que hicimos un compromiso con la comida “de verdad”.
En el mundo actual, cada vez más, la industria se hace cargo de nuestra alimentación y tenemos menos acceso a comida auténtica, comida natural.
El asopao de gallina criolla es una de las recetas típicas que mejor definen y describen la tradición de la cocina dominicana autenticamente campesina.
Hace unos días, por una serie de «eventos desafortunados» nos encontramos en nuestra finca de Barahona, a eso de las 10 de la mañana, sin desayuno y sin esperanzas de almuerzo. Como el rango de cocinero es uno que hay que probarlo con frecuencia, mandamos a preparar un par de gallinas criollas y arrancamos un asopao criollo.
La verdad es que cocinar en la finca y a la sombra de un árbol tiene sus delicias. Cocinar con vegetales y legumbres frescas y orgánicas tiene su magia. No hay nada que se iguale a lavar las carnes con naranja agria recién arrancada de la mata y agregarle un chorrito al asopao mismo.
No les puedo describir el sabor del asopao. Pero pueden creerme que fue una cosa espectacular. Gallinas criollas recién sacrificadas, ingredientes frescos y naturales y sobre todo mucha mala fe (o mucho amor) al cocinar, son la receta de una comida hecha en el cielo.
¡Disfruten!
Receta para 10 personas. (Muy bien servidas)
Comenzamos por cortar el pollo en piezas y lavarlo con abundante jugo de naranja agria.

Mientras tanto, en el caldero, se inicia el sofrito con los ingredientes frescos

A medida que el sofrito va avanzando se van agregando mas ingredientes.

y finalmente la carne.

Una vez la carne haya calentado y comience el hervor de nuevo, se agrega el arroz.
Se rectifican los sazones y la sal y se remueve con cierta regularidad.
El asopao queda como un arroz bien mojado, así que es necesario que sigamos agregando agua hasta que el arroz haya abierto completamente. Una vez eso haya sucedido dejamos secar a nuestro gusto y servimos.
Ah, y también cortamos viveres (¡Al fin y al cabo, era el motivo del viaje!)
El asopao es una comida completa pero pueden servirlo con tostones si así lo desean.
Que lo disfruten.
Un abrazo desde el calor del fogoncito.

Hoy les comparto una de esas recetas de comidas que realmente me gusta cocinar y comer.
Ya les había compartido la receta de rabo encendío y es realmente una de mis mejores recetas. Lo que aun no les había compartido era una receta cibaeña de rabo, pues el rabo encendío es una receta de la línea noroeste y no plenamente cibaeña o del norte. Se trata del rabo de cerdo.
El rabo es una comida sabrosa y rica en sabores. De una textura inigualable y de un sabor increíble. Acompañada de arroz blanco, es una verdadera experiencia.
Me gusta comprar mis rabos en la carnicería, donde puedo pedir el grosor exacto que deseo y donde no lo maltratan.
Hace un tiempo estuve invitado en un evento y cuando verifiqué el rabo casi lloro. Parecía cortado por un leñador y no por un carnicero.
Les recomiendo que para 5 personas compren al menos cinco y seis rabos. Los rabos de cerdo son mucho mas pequeños que los de res. Afortunadamente también son más económicos.
rojos.Pongan los rabos (ya previamente cortados) en la olla de presión con la cebolla (cortada a la mitad), el ají, el cilantro, el cilantrico y los pimientos.
Dejen ablandar el rabo por una media hora o hasta que esté bien blando.
Una vez este blando, sigan cociendo en olla abierta, agreguen pimienta y paprika. Rectifiquen la sal y denle unos 10 minutos mas. ¡Se come caliente!
Nada como un arrocito blanco y víveres como yuca o plátanos hervidos para acompañar este rico plato.
¡Disfruten!
Hace unas semanas compartimos con el personal del restaurante Aroma de la Montaña en Jarabacoa como parte del concurso “Expedición de Verano” que tuvimos el honor de ganar en la categoría redes sociales, gracias a ustedes, claro está.
Hemos estado compartiendo nuestros reviews de la cocina y el restaurante, del complejo Jamaca de Dios, donde nos hospedamos; así como del jardín “Edén” de vegetales orgánicos, de donde salen los vegetales que se utilizan en el restaurante.
Los que nos ha faltado compartir y que teníamos pendiente es quizás lo más importante de toda la experiencia: ¡La comida!
Hoy les compartimos las recetas que preparamos para el concurso de Aroma de la Montaña. Esperamos que las disfruten.
Ya antes les había publicado una receta de chenchén sureño pero para el concurso hicimos algunos ajustes para hacerlo aún más sabroso y gourmet.
Laven su maíz y déjenlo en agua un día antes de usarlo.
Saquen la masa (pulpa) del coco y bátanlo en la licuadora con un poco de leche entera. Luego cuélenlo para sacar la leche el coco y aparten. También pueden sacar la segunda leche humedeciendo de nuevo la pulpa del coco y exprimiendo de nuevo. Este paso se obvia si compran leche en lata obviamente.
Pongan un caldero con un poco de mantequilla y agreguen la cebolla picadita. Dejen sofreír hasta que se ponga transparente. Agreguen las leches y el maíz.
Dejen que el maíz comience a hervir en la leche. El maíz ira secando muy rápido por lo que hay que estar muy atentos. A medida que vaya secando vayan agregando leche y leche de coco sucesivamente.
Agreguen la nuez moscada, la margarina y la mantequilla. Sigan agregando leche cada vez que seque el maíz hasta que este blando. Cuando este blando, rectifiquen la sal, agreguen el maíz dulce, dejen secar el exceso de líquido y metan al horno hasta que se haga una costra (o “concón de chenchén”)

Tradicionalmente se disfruta acompañado de habichuelas rojas guisadas y chivo guisado o de pollo guisado estilo Cibaeño o estilo capitaleño, aunque para el concurso preparamos un “rabo encendío” al estilo liniero.

Pongan los rabos (ya previamente cortados) en la olla de presión con la cebolla (cortada a la mitad), el ají, el cilantrico y los pimientos.
También agreguen pimienta, orégano, pimienta cayena y paprika. Estos últimos úsenlos a su propio gusto.
Dejen ablandar el rabo por una media hora o hasta que esté bien blando. Una vez este blando, sigan cociendo en olla abierta, agreguen las zanahorias y rectifiquen la sal y el picante. En Aroma de la montaña tuve que cocinar en olla abierta desde el principio y me tomó unas dos horas. Si la carne no es muy joven puede tomar aun más, por lo que la olla de presión es una ventaja.
Se acompaña con arroz blanco, tostones, etc. Pero para el concurso lo servimos sobre una cama de chenchén.
